Soy la voz que te cuenta el final cuando juegas a predecir
el futuro. Soy todos aquellos pecados, defectos y placeres oscuros que ocultas.
Soy la ardua batalla de tu deber y tu anhelo. Soy la voluntad que orienta tus
actos a lo correcto. Las huérfanas y desamparadas lágrimas que derramas por una
realidad rota. La eternidad hecha segundos.
Soy todas y cada una de las mentiras que formulan tus
labios. Soy el engaño al que te sometes. Tu corazón obviando la realidad. Soy
la degradación de tu conducta producto de un desesperado grito de auxilio. Soy
la soledad. Soy el dolor. Soy el odio.
El hola y el adiós. Tus recuerdos y el manto que los cubre.
Soy tus palabras dejándome solo. Soy tu egoísmo y tus ojos
cegados. Soy el traidor y tus palabras traicionadas.
Lo soy todo.
Soy la ignorancia que me profesáis todos y cada uno de
vosotros. Soy vuestros pies llevándoos por donde queréis y todo aquello que destrozáis
por donde quiera que camináis.
Soy vuestra impotencia y mi fortaleza. El que se marcha para
no volver y el lugar al que viaja. Las alas con las que vuela. El paisaje desde
el que os contempla. El silencio