Monstruo, despierta y vive como un zombie, es tu hora. La muerte te saluda.
V
¿Cuánta distancia no? Demasiado silencio. ¿Ninguna respuesta
criatura mía? Háblame, no me dejes así amor mío. No me des la espalda. Vuelve a
mirarme como me mirabas. Vuelve a darme el placer de escuchar la dulce melodía que
de tus labios brotaba. Dame la oportunidad de observarte, si es de noche o de día
me es indiferente pues sabré contemplarte. Dame el placer de observar tu
inocencia y tu inconsciencia. No seas así. Vuelve y déjame ser egoísta contigo también.
¿Demasiado sarcasmo? ¿Por qué no nos ahorras tiempo querido? Vuelve y haznos
pasar un buen rato jugando a ser los héroes de naciones enteras aclamadas por
ojos cegados. Démosle al cuerpo lo que desea, saciemos la insaciable llamada
del esclavo ignorante. Otorguémosle el placer de la autodestrucción. Masturbémosle
hasta que el placer se torne a dolor así como el frio se torna a calor en el
apacible juego del infante. Démosle aire que respirar y agua que beber. Alimentémosle
y arropémosle por la noche. Vuelve y ayúdame a vivir ese cuento transitorio,
ceguemos el juicio con un poco de belleza.
Vuelve y quédate junto a mí. Entretenme al menos. Haz juegos
malabares. Interpreta algo para mí o intenta contarme tu vida. ¿Si la ataco la defenderás?
¿Si la ataco me entretendrás intentando defenderla? ¿Ni una sola palabra? ¿Nada
de nada? ¿Por qué reaccionas así? ¿Qué pretendes conseguir? ¿Que crees que
lograras obtener? No entiendes nada de nada aun cuando ya te lo he dicho todo.
Soy tu todo. Soy tú. Soy tú y tu locura. Soy las voces que
creo siendo tu locura. Soy tu contestándolas. Soy tus palabras y las palabras
de tus voces. Soy mis palabras y lo que generan. Soy mis palabras saliendo de
tu boca. Somos uno y tu eres quien está pensando y diciendo esto en la soledad
de tu interior, pues siendo yo tu, tu eres quien las dice.
Soy yo. Dios mío soy yo. ¿Qué razón de existir tengo?
Siempre he sido yo. No puedo creerlo. Es mío todo aquello que me dijo poseer.
Soy yo todo aquello que me dijo ser. Belleza discorde, o esquiva. Perdida o
nunca alcanzada. ¿Que he vivido si sufro las consecuencias de mi naturaleza?
¿Me desvincule alguna vez de aquello que trate de combatir? ¿Cuántos han
sufrido el feroz rigor de mis actos?
¿Por qué no veo otra cosa que no sea lo que no deseo? ¿Por
qué mi mundo se sustenta sobre un suelo de cadáveres y gusanos muertos? ¿Por
qué todos tienen mi rostro y el de aquellos a los que amo? ¿Por qué hay
millones de luces apagadas idénticas a mí, a la persona a la que amaba, al
amigo al que perdí? ¿Cuándo descuide todo lo que era y tenia?
No quiero respuesta. Esta es la única realidad existente y la
única que me merezco. No se puede huir de lo que se es. Ni si puede optar a más
de lo que se merece. Tengo todo cuanto debo tener.
Cuando me encuentre en una sala llena de gente, tocare justo
donde les duela para así quedarme solo y asegurarme de crear el recuerdo que
merezco tener en mi partida. Cuando despierte o nazca el amor y venga a mí, lo
descuidare y lo maltratare. Lo aceptare solo para tener oportunidad de rechazarlo
y degradarlo al hacerlo. Tendré familia únicamente para poder tener más gente a
quien maltratar. Cuando aquellos que me amen estén mal, les hablare dulcemente
al principio para que crean recibir el consuelo que buscan, y acto seguido, les
recordare todo aquello que les duela para que la caída sea doblemente dolorosa.
Cuando aquellos a quienes no conozco necesiten consuelo alardeare de aquello de
lo que ellos carezcan, y si no dispongo de ello, se lo robare a aquellos a los
que les sobre únicamente para poder reírme de aquellos a los que les falte.
Comeré cuando otros mueran de hambre. Beberé cuando otros
mueran de sed. Gritare cuando se deba susurrar. Golpeare cuando se deba
acariciar. Quemare cuando haga calor. Seré frio cuando haga frio. Os despertare
cuando soñéis y seré vuestras pesadillas soñando.
Cuando tenga todo esto seré el ángel que hubieseis esperado
de mi para no recibir ni la satisfacción de haber logrado ser todo lo que no
deseabais que fuese.
Me creare mi propio ataúd con todo vuestro dolor. Cavare mi propia
tumba con el amor ciego e insensato que me profesáis. Sera sombrío, solitario, lúgubre
y doloroso. Me ahorcare. Me drogare hasta que mi sangre se embriague de desdén
por mi. Me tirare al vacio mientras beso el dulce hierro que descansara en mi corazón.
Me tirare al vacio y caeré en el recuerdo, pues cuando caiga seré la mueca en
vuestro rostro cuando ya no consigáis ver más que el recuerdo de lo que fui. Seré
la lágrima en vuestra mejilla derramada por la herida y no por el apego a lo
perdido.
Y solo descansare cuando ya nada ni nadie se interese por mí.
Solo descansare cuando la vida me contemple como algo que nunca existió.
Eso es todo lo que merezco. Eso es todo lo que me han
reportado mis actos. Eso es todo lo que soy y seré.
El odio que no desaparece. El dolor que se hospeda en tu corazón.
El que me condena. El que dicta sentencia. El que encadena mi juicio. El que lo
tira al mar y lo contempla mientras se hunde ahogándose. El que yo mismo cree
pretendiendo combatirlo.