Monstruo, despierta y vive como un zombie, es tu hora. La muerte te saluda.
III
- Postro mi alma ante ti. Vuelvo mis creencias contra su
voluntad, las doblego, las someto, las humillo, las violo y torturo y así nos
convertimos en tus lacayos. Asesino a mi familia con mis propias manos. Me
arranco el rostro y el corazón, y los tiro. Me saco las entrañas y relleno el
vacío de mi cuerpo con crudo y lo prendo y así camino. Creo un nuevo cuerpo y
una nueva vida. Extermino todo pasado para solo tener futuro. Me convierto en
un ente y cubro el esqueleto de mi vida con el manto del fracaso. Me hago tu
siervo y seguidor. Yo seré quien te alimente y te de fuerza. Yo te haré
material y te daré cuerpo. Yo seré tus ojos y tu voz y juntos crearemos tu
imperio. Nos alzaremos por encima de la vida y la miraremos desde arriba.
Extender nuestra mano y pediré y si no se nos concede, de una mirada arrancaré
todo signo de vida. Y juntos cual nota musical extenderé lo que ahora me
domina. Haré cuanto desees y a quien desees. Crearé el horror con mis manos
para otorgárselo a toda alma inocente y así enseñarle cuan cruel es la
realidad. Violaré niños y niñas y los mutilare. Abriré con mi cuchillo de
guerra el vientre de las embarazadas para frenar la decadencia de la humanidad.
Colocaré un centenar de cargas explosivas en los pilares de los edificios que
marcan nuestra pestilencia para contemplar como el mundo se viene abajo. Iré a
una iglesia, ataré de pies y manos a una monja y me la follaré ante la cruz, la
decapitare y con su sangre en una copa venderé mi alma para que se lleve de mi
vida todo cuanto hay en ella, pues no la quiero ni regalada.