La naturaleza me espera.

Imagina que tu realidad, tu día a día, no es más que una constante lucha interior contigo mismo, y a su vez, una lucha contra todo lo que te rodea. Imagina saborear una y otra vez, durante todos y cada uno de los días que pasan para no volver, el pútrido sudor de esa mentalidad esclava que apresa al hombre y que resvala por las cadenas que ahogan  la belleza, la libertad y la esperanza. Y cada minuto que vives lidiando con ello sientes como esa bestia se acuesta sobre tu espalda y de forma lasciva te susurra al oido mentiras para que tuerzas tu voluntad y cedas. Para que caigas en el abismo que forma para ti una vida corriente. E imagina que además de eso, tambien tienes que enfrentarte a mil demonios que se empeñan en hacer de ti el objetivo de sus juegos. Pues cada segundo que vives por el mismo aire que ya te dio la vida en el pasado, no es ni mas ni menos que toda una vida de instintos animales reprimidos y esclavizados.
Imaginatelo e intenta llegar a comprender y presuponer todo lo que me falta por decir de este tema. Hazlo y sabrás como ardo por dentro y cuan profundas son las marcas que las cadenas han creado en mi. La oscuridad de este agujero por el que caigo. Lo despreciable que es el todo, de todo cuanto me rodea.