<<Desde ahora, y por todo lo que te queda de vida, tu
condena será llevar estas cadenas que te unen con el pasado. Y cuanto más
decidas vivir más pesada será tu carga.
Si decides enfrentarte a grandes retos quizás obtengas
grandes victorias, o grandes derrotas, pero obtengas lo que obtengas tan grande
será el resultado como la carga que sumes. E intentarás deshacerte de dicha
peso y no podrás, y el esfuerzo que hagas intentando eliminarla se sumará como más
peso pues todo esfuerzo que hagas quedará con fuego y sangre grabado en el
recuerdo.
Crecerás y te darás cuenta de que habiendo sangrado ya una
vez lo mejor que puedes hacer es no hacer nada. Lo que mejor te vendría sería
dejar de vivir. Ahogarte o arrojarte desde algún sitio esperando que la altura
elimine la posibilidad de seguir escribiendo mientras caminas. Deshacerte de
ese halo de vida que alimenta débilmente cada uno de tus músculos forzándote a
seguir andando. Sin embargo, sabes que no lo harás.
Creció en tu interior hace ya mucho tiempo un virus que no
puedes destruir, y es la idea de no abandonar. Tú mismo creaste dicha
enfermedad y habiendo escapado a tu control, ahora tratas de alzar su
estandarte como si siguieses apoyando su causa. Y es que al fin y al cabo ya no
te queda más causa y final que el de no abandonarla.
Ahora lo único que me inquieta es el hecho de no saber qué harás.
Puedo deducir en que te apoyarás para no caer, pues es lo único que siempre te
dio y te quito la vida. Sé que sacarás fuerzas de toda la belleza que te rodea
y te convencerás a ti mismo de que puedes vivir contemplándola y sin llegar a
tenerla. Y lo respeto, sin embargo lo que no sé es cuanto durarás. Son ya
muchos años a la espalda dando con callejones sin salida. Son muchos años doblegándote
a la fusta de la vida y asumiendo con paciencia la realidad. Y lo más curioso
es que esto es así y así lo recibiste aun cuando tu naturaleza te hacia arder.
En fin, no pretendía hacer de esto un gran sermón, discúlpame
si así lo sentiste. Solo quería recordarte la realidad. De veras espero que
seas fuerte, que vivas con intensidad cada segundo que la Reina y Dios te
permitan vivir. Espero que consigas vivir como una estatua abandonada en un jardín
contemplando día a día como el musgo y la naturaleza crecen junto a ti. Y créeme
cuando te digo que de verdad lo espero, pues realmente esa será tu única salvación.>>